lunes, 30 de julio de 2012

DÍA 20: Compartiendo con los Pasionistas en COROCORO

El lunes 23 de Julio es fiesta aquí en La Paz, así que hemos aprovechado para conocer otros lugares donde los pasionistas trabajan y dejan toda su vida ayudando a los demás. El pueblito al que hemos ido se llama Corocoro, y está a unas dos horas de La Paz, en pleno altiplano boliviano. Así que allí nos fuimos con Chema y Pedro, mientras Sevi se quedaba en la parroquia para ejercer los ministerios del día (te echamos de menos, Sevillano nuestro...)
Es un lugar muy pobre, lleno de casas de adobe y de gente humilde, pero con unos paisajes y recursos naturales impresionantes. Allí viven dos pasionistas, uno de ellos español (P. Jacinto) y que está de vacaciones ahora, y el otro boliviano (Marco), aunque aún no es sacerdote como tal, le queda poco... Para cubrir el trabajo del pasionista español durante este mes, estaba allí un leonés llamado P. Miguel Matilla y que, aunque ahora está en Santa Gema, Madrid, ha vivido en Bolivia como misionero pasionista más de 20 años, así que nos enseñó varios rincones preciosos de la zona y nos contó muchas cosas interesantes de la cultura de este país. Es tan importante conocer y aprender, que nosotras estábamos encantadas. Nos llevó a un cerro desde el que se veían tres países: Bolivia, Chile y Perú. Impresionante... En este país tienen unos paisajes naturales bestiales, y mucha riqueza mineral, pero parece que los que mandan, no saben utilizar de la manera correcta tanto recurso... una pena. Aun así, todo es tremendamente bonito.



Tras el paseo, empezó nuestra comida con los pasionistas. Fue un día para compartir y disfrutar con estos "personajes" que, aún destacando cada uno por lo que sea, forman un equipo envidiable. Nos hicieron reír, nos enseñaron muchos aspectos de Bolivia que desconocíamos, y nos hicieron pasar un día precioso con ese ambiente pasionista que tanto nos gusta... Sois unos soles, "padrecitos".




Todo fue perfecto... incluido el paseo que nos dieron después de comer, ya que nos enseñaron sus gallinas y huertos, donde consiguen gran parte de la comida que les alimenta. Son muy apañados, la verdad... También nos enseñaron la iglesia pasionista de Corocoro que, como la mayoría aquí, es muy colorida y alegre. Y vimos a muchos paisanos de la zona que vestían con los trajes típicos, y que nos encantaban... allí estábamos nosotras, cámara en mano, para intentar captar sus ropas que tanto nos llaman la atención. Y, aunque no se pueda fotografiar, también hablamos mucho con ellos porque hablan el dialecto "aimar", muy difícil de entender aunque se supone que también hablan el español... pero por aprender, que no quede. 




Estos días siempre se necesitan. Se necesita ver lo que hacen los misioneros, se necesita tomar fuerzas de personas que siempre las tienen, se necesita descubrir otras zonas donde la pobreza sigue latente pero la gente sonríe sin parar... No os imagináis lo que nos ha llenado el día de hoy. Así que gracias, pasionistas, locos del mundo, que hacéis que la tierra que pisáis vaya mejor y que la gente de la que os rodeáis tenga una vida más próspera y feliz. Sois dignos de admirar y, desde luego, a nosotras nos habéis conquistado... GRACIAS porque hay gente que deja todo por DAR SU VIDA a los demás. 
¡Mucha suerte en el camino!

jueves, 26 de julio de 2012

DÍA 17: Diplomas, recreo y rastris

Ya es viernes 20 aquí en La Paz, y el cansancio cada día pesa más... Es por eso que tardamos en publicar aquí lo que escribimos cada día, por lo que os pedimos perdón. Eso sí, lo que no se olvida es lo que se nos queda en la cabeza y en el corazón, todo lo que nos pasa a diario con estos peques y con esta realidad tan dura que viven en cada jornada.
En el IDAI el día mantuvo su curso habitual. Las chicas cuidaron a los peques, les animaron con sus canciones y bailes, les dieron de comer e hicieron sus terapias con los pacientes que les tocaban. En cada terapia, cada una se va con su mamita y un paciente y te puede tocar en varias salas: oscura, infantil, motricidad,... Es interesante, y tenemos que estar pendientes de cómo lo hacen las mamitas y de cómo nos lo explican para, al final, evaluarlas. Es verdad que la mayoría no tiene estudios, son mujeres humildes que trabajan por necesidad, pero la mayoría pone un ímpetu y, sobre todo, un cariño con todos los internos que es envidiable. Por eso, esta tarde las chicas han asistido a un acto donde el director del centro les entregaba a las mamitas su diploma de "capacitación", donde ya queda escrito que son aptas para su trabajo. Fue muy bonito verlo, ya que hemos pasado muchas horas con ellas y, realmente, se merecen un reconocimiento por este trabajo tan duro y tan gratificante a la vez. Y es que nos contaban que muchas mujeres que empiezan a trabajar en el IDAI,  se acaban yendo por lo difícil que es este trabajo, así que todo lo que las reconozca bien está. Pero sea como sea, y pase lo que pase cada día, las chicas se divierten y aprenden junto a los más peques o los que, aún siendo mayores, siguen siendo niños.






En el Hogar, arriba en el Alto, las chicas cambiamos de lugar de trabajo. Las que habían empezado en las clases de la escuela infantil ahora están en la casita con los pequeños y bebés, y las otras dos nos vamos a las clases. Otra vez algo nuevo que vivir, que experimentar y que sentir... así que la ilusión no acaba nunca. Las chicas que ahora están en el Hogar decicieron llevar a los niños más grandes (dos añitos) a dar un paseo, a darles un "recreo" y un respiro, ya que apenas pisan la calle. Y ellos encantados... tomando el sol bien abrigados, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Las chicas de las clases nos repartimos con dos profes, e intentamos ayudar en todo lo posible, aunque sea repartiendo los "rastris" entre los niños (las construcciones en España). Aquí tampoco tienen todas un título bajo el brazo, ni incluso los estudios básicos terminados, pero es lo que hay y ellas ponen todo su amor en cada niño. Por eso, todo el rato te dicen que les enseñes canciones, juegos o te piden ideas sobre algunos temas que les tienen que dar. Te quedas un poco helada... ¿qué te voy a enseñar yo? Yo vengo a aprender, ¿no? Pero das todo lo que sabes o todo lo que, humildemente, puedes ofrecer. El compartir, que no acabe nunca...





Se nos olvidó contaros que el día 16de Julio se celebró la Virgen del Carmen, patrona de los mercados en Bolivia, y Sevi fue a celebrar una Eucaristía en el mercado del barrio, entre frutas, hortalizas y demás víveres. Todas las tienditas hicieron un receso en sus ventas para participar con mucha solemnidad en la celebración, y fue muy bonito... ¡digno de compartir con vosotros!



Nos despedimos deseando mucha suerte a los peregrinos que salen hoy con los pasionistas, que vivan tantas experiencias preciosas y llenas de fe como estamos viviendo nosotras... ¡Buen camino!


martes, 24 de julio de 2012

DÍA 15: La vida llega y te sorprende

Ya estamos a mitad de semana. Exactamente, a miércoles 18 de Julio, y nuestro voluntariado avanza a pasos agigantados. Parece que fue ayer cuando llegamos llenas de nervios a un lugar que no conocíamos absolutamente de nada, y ahora nos sentimos como en casa, andando en calcetines por los pasillos y tratando a los padres como auténticos familiares. Es un gusto sentirse así… Se lo agradeceremos eternamente, tanto a Chema y a Sevi, como a Pedro y al Padre Víctor, el trato tan cercano y tan de “padres” que nos están dando. Somos una familia de las buenas, de las que se quieren de verdad, y eso es para dar gracias de por vida.
Nuestro segundo día en nuestro nuevo “trabajo” marchaba con normalidad, haciendo las labores que nos habían encomendado, pero en ambos lugares hemos tenido novedades repentinas que hacen que la vida te enseñe nuevas lecciones y nuevos rincones de Bolivia que desconocíamos. Las chicas que ahora estamos en el Hogar, empezamos nuestro día junto con Sevi conociendo a una persona increíble. Concretamente, a dos, aunque solo estuvimos con una de ellas. Se trata de un hombre murciano, de unos 40 años, que vino hace 20 al Alto de voluntario, como nosotras, pero que volvió más veces y se enamoró de una boliviana. Se casaron y él siguió con sus ganas de ayudar a los demás todo lo posible, así que entre los dos formaron una ONG que se llama “Palliri”, donde echan una mano en la educación de cientos de niños y en la de sus padres, que es todavía más importante. Así que por la mañana, estuvimos un buen rato con Isa, la mujer de este hombre tan admirable llamado Cristóbal, y nos enseñó el centro para adolescentes y la escuela infantil donde también trabajan con los padres, y es que le dan mucha importancia a este aspecto. Según nos contaba, da igual que enseñes cosas buenas a los hijos en clase, si luego van a casa y les tratan con violencia, con faltas de respeto y con alcoholismo de por medio. Lo vital para ellos es educar a toda la familia, y para ello los padres tienen que aceptar. Su labor es increíble, con muchos trabajadores y voluntarios que les ayudan, y con una empresa que montaron para financiar todos los gastos de la ONG: una fábrica textil que fabrica prendas para muchas empresas, e incluso ropa para una tienda que abrieron en el centro de La Paz y que va viento en popa. Así que también nos enseñó esta fábrica, que estaba perfectamente montada y organizada. La verdad que impresiona ver gente así, que vive por y para los demás, y que trabajan duramente cada día para que los más necesitados puedan tener una lugar para aprender a vivir mejor. Y repito, para “aprender”, no para darles facilidades y que más tarde las tiren por la borda. Gracias Isa por enseñarnos esta realidad de Bolivia, concretamente de El Alto (donde trabajan), y por dejarnos con la boca abierta por vuestro trabajo y entrega a los demás.



El resto del día fue muy entretenido, como siempre, cuidando a los niños, en las clases o donde hiciera falta. Nosotras encantadas. También empezamos en el comedor social de la parroquia pasionista Virgen de la Esperanza, que la semana pasada estuvo de vacaciones y por eso el otro grupo no pudo echar una mano allí. Trabajamos con una cocinera llamada Juana y una mujer encantadora llamada Brígida, y las ayudamos a servir un plato de comida caliente a ancianos, adultos o niños que vengan a comer muy baratito y muy rico (cuesta 1 boliviano la comida, que son 12 céntimos de euro). Otro lugar más que agradecer a los padres pasionistas, que tantas cosas buenas hacen por los demás, por servir y servir y servir… y nada más.




La llegada al IDAI fue como todos los días. En cuanto nos ven los chicos hay sonrisas y gritos de alegría y de buenos días. Llegamos al pabellón Esperanza con los más peques y esta vez nos encontramos dentro a una enfermera y al director del centro. Varios niños tenían consulta en el hospital y necesitaban una ayuda para llevarlos. Y allí que nos fuimos, a las 8:30,  Marta, MariPatri y Elenita. Bajamos cada una con un bebé entre los brazos hacía la ambulancia. Abajo nos esperaban 3 niños más junto con la enfermera y el chófer. Nos abrieron las puertas del vehículo y, evidentemente, la ambulancia no era tal y cómo la conocemos… Parecía pequeña, pero entramos las 3 con los bebés, una silla de ruedas y dos adolescentes más. Por el camino recogimos a otros dos niños de un centro cercano, que se montaron en la parte delantera. El viaje fue entretenido, cantamos nuestras canciones durante todo el trayecto, ¡¡¡los niños sonreían sin parar!!
Por fin, llegamos al destino: el hospital. Bajamos por turnos porque no teníamos manos suficientes, así que los que tenían la consulta más tarde, esperaban con el chófer en la ambulancia. La entrada al hospital tampoco fue fácil. Había policía en todos los accesos porque últimamente están desapareciendo muchos niños. La enfermera presentó su acreditación y nos dieron paso a las 4. Una vez en la sala de pediatría, tras 2 horas de espera con 4 niños, nos dijeron que el doctor estaba en quirófano y no había consulta. Todos citados para el día 8 de agosto…. Madre mía.
Subió el segundo turno de niños, pero esta vez hubo un poco de suerte, ¡¡atendieron a Víctor!! No sin antes esperar 1 hora y media en la misma sala… como ya era muy tarde (las 12:45) y Víctor necesitaba pruebas médicas, la enfermera se quedó con él y los demás volvimos al centro
Por fin llegamos al IDAI. ¡La hora de comer ha empezado! Mayte y la hermana Inés ya están manos a la obra, después de estar toda la mañana jugando y cuidando a los demás pequeños. Nosotras 3 nos unimos a ellas para terminar la mañana.





En fin, todo aquí nos sorprende y nos hace conocer más de Bolivia. Cada día se nos presentan nuevas situaciones que recordaremos siempre y que te hacen agradecer por la gente buena que hay en el mundo o pensar el por qué de la precariedad y pobreza de este país, que tantos recursos buenísimos tiene. Pasará lo de todos, que unos pocos se quedan con todo, pero aquí se nota mil veces más…
Ya toca dormir y pensar, egoístamente, en la gran suerte que tenemos por tener una familia que nos cuida y nos quiere, unos amigos que nos tratan siempre con cariño y respeto, una sociedad más o menos civilizada,… solo queda acabar el día diciendo ¡¡¡GRACIAS!!!

lunes, 23 de julio de 2012

DÍA 14: Tú al IDAI y yo al HOGAR

¡Cambio de trabajo! Hoy, martes 17, nos levantamos unas un pelín más tarde y otras descansan un poquito más, pero todas nos juntamos antes de separarnos para llegar cada una a nuestro nuevo lugar de voluntariado. Estamos nerviosas otra vez… un lugar nuevo, con nuevas caras y nuevas cosas que hacer, pero tenemos muchas ganas de conocer la realidad de la que tanto nos hablaban las que ya lo han vivido. Así que allí nos dirigimos cada una, con más ganas de trabajar que nunca.
Las nuevas chicas del Hogar, nada más llegar, ya comprobamos que hace bastante más frío en El Alto que en La Paz… sin duda. Primera nota: ¡hay que abrigarse! Así que tenían razón nuestras compañeras. Pero una vez dentro, las hermanas Nilsa y Josefina ya nos dividieron en parejas para empezar el trabajo. Lo mismo que el anterior grupo: dos a las clases de la escuela y dos con los más pequeños que se quedan en el Hogar. Así estaremos durante tres días y luego cambiaremos. Y la verdad que todo fue estupendo, tal y como nos habían dicho… Los niños son lindísimos, te llaman “tía” o “mami” desde el primer momento y te comen a besos. Cualquier juego o canción que prepares con ellos, lo disfrutan como el que más y su sonrisa te encoge el alma. No se puede entender porqué estos niños son abandonados, porqué estos niños no tienen un padre y una madre que les de ese amor que tanto necesitan… es impresionante pensarlo. Pero allí estuvimos todo el día, haciéndoles el día más ameno y dándoles todos los besos y abrazos que te piden a cada segundo. Se merecen todo y más.







Por su parte, las nuevas chicas del IDAI llegaron al centro caminando, porque está cerquita de la parroquia, y las pedagogas les enseñaron todas las instalaciones y su labor durante estos días. Igual que el primer grupo, irán a terapia con varios de los internos, y el resto del tiempo estarán en el pabellón Esperanza con los más pequeños. Además, también ayudarán en las catequesis que prepare la Hermana Inés, ya que ella estará todo el mes ayudando aquí. Su primer contacto con los niños fue muy bueno, como era de esperar, ya que se hacen querer desde el primer momento. Ayudaron a las "mamitas" a darles de comer, a cambiarles y, sobre todo, a entretenerles para que se les hiciera el día mucho más divertido. Además, por la tarde, llevaron la guitarra para animar el tiempo con canciones y bailes, y tanto grandes como pequeños disfrutaron con el "mini-concierto" que les prepararon. También tuvieron su primer contacto con los adolescentes del centro en catequesis y llegaron pensando como el primer grupo, que llama mucho la atención la fe tan grande que tiene la gran mayoría de los chicos. Así que llegaron contentas, con ganas de más y de llenar sus vidas durante estos días de mucho cariño y atención.








Ha sido un día de cambios, de ver nuevas realidades, pero lo que nunca cambia en nosotras es la ilusión, la fuerza y el motivo que nos trajo aquí: la fe. Esa fe con un sentir pasionista que nos hace dejar el cansancio y las penas a un lado, para dar todo lo mejor de nosotras en cada sitio al que vamos.
Un beso muy grande a todos, os seguiremos contando todo con la mayor prisa posible! Muuuuuak!!

viernes, 20 de julio de 2012

DÍA 13: Último día en nuestro primer lugar de trabajo

Los días van pasando y ya ha llegado el último en el primer lugar donde hemos trabajado cada grupo. Hoy, lunes 16, sentimos todas una penita dentro por dejar a los primeros niños que hemos tenido en nuestras manos, aunque el último día iremos de despedida por ambos centros. Pero da tristeza... después de compartir momentos tan buenos con todos ellos, te cuesta pensar que ya no volverás a vivir ninguno. Por lo menos, de momento...
Las chicas del Hogar vivieron un día muy bonito con sus niños y niñas, porque además era fiesta aquí en Bolivia y no había guardería, así que estuvieron con todos en la casa durante todo el día. Y allí, sirven para todo: cambiar pañales, jugar, cantar y bailar, dar de comer o incluso, cocinar lo que haga falta. Así que así fue pasando el día, con entretenimiento y entrega, que es lo que intentamos que nos defina estos días. Sacaron un rato también para llevar a los chicos al patio, para que tomaran el aire y jugaran libremente, y ellos encantados con sus "tías"... Las echarán de menos, y ellas a sus niños a los que tanto han cuidado y querido.






Por otro lado, el grupo del IDAI nos dirigimos hacia el centro para disfrutar de nuestro último día entero con los peques que allí viven, y con los mayores, porque allí interactúas de igual modo con unos que con otros. El día siguió su ritmo habitual, pero intentamos que fuera más especial dando aún más cariño si cabe a los peques, bailando con unos y con otros, despidiéndonos de todas las "mamitas" encantadoras que allí vinieron a darnos un beso,... Da penita porque sientes que has estado poquísimo realmente, pero que ellos están muy agradecidos y te recordarán siempre. Eso es precioso y te hace sentir como alguien verdaderamente especial, así que, por supuesto, también llevaremos en nuestro corazoncito a esos pequeños que dicen por aquí que "no son normales", pero que tienen más cariño dentro del que cualquiera pudiera dar.





Hemos vuelto a casa contentas por el trabajo realizado, por la ilusión que hemos puesto en cada cosa que hemos hecho con esos pequeños, y con ganas de conocer a los nuevos niños de cada centro que nos toca. Es una alegría sentirse así… sentir que has pasado unos momentos inolvidables con unos peques, y que aún te quedan otros tantos por vivir. ¡Tenemos tantas ganas de más! Pero el día se acaba y toca descansar…
Por cierto, Sevi ya vino el sábado, que se nos olvidó contároslo (por eso anda tan desaparecido en las fotos). Y es que estuvo ayudando en un proyecto misionero en el Altiplano, así que ya nos ha contado todos estos días de su propio voluntariado. Con esas manos tan grandes, ha hecho grandes cosas, ya os podéis imaginar…
¡Buenas noches España!