sábado, 7 de julio de 2012

DÍA 3: El IDAI y el Hogar, nuestros lugares de trabajo

Empezamos a madrugar un poquito… Chema nos está cuidando mucho estos días, porque sabe que a partir del lunes todo será más duro. Pero hoy hay que empezar a habituarse, así que a las 8 todos desayunando. Ya es viernes 6, y hoy nos dicen que vamos a conocer nuestros lugares de trabajo durante estas semanas.
Por la mañana nos dirigimos al IDAI, un centro donde trabajan con discapacitados de varias edades, y donde hoy celebraban una misa por ser su 46º aniversario desde su apertura. Nos reunimos en el patio con el director, algunas voluntarias, y con muchos internos. Y empezamos a celebrar la eucaristía con muchísimas canciones, bailes y, sobre todo, con la mayor alegría. Daba gusto verles divertirse tanto a la vez que escuchaban al padre José María, otro sacerdote pasionista que vive en La Paz y que trabaja con ellos durante todo el año. Nos sorprende mucho conocerle a él y a tantos voluntarios que ofrecen su tiempo y sus ganas sin recibir nada “material” a cambio. Solamente lo hacen por la satisfacción de ayudar al prójimo y porque la bondad les sale por las venas… y eso sí que es una recompensa.





Tras la misa, nos dirigimos a cada una de las plantas del centro para conocer sus instalaciones y los lugares donde trabajaremos. El Padre va bendiciendo cada habitación y a la gente que allí hay, y es que nos cuentan que en Sudamérica se lleva mucho eso de bendecir todo… la verdad que se les ilumina la cara cuando reciben el agua, así que bien está. El lugar no se puede comparar a un centro en España, pero no está mal… tienen varias plantas para cada tipo de interno, más o menos profundo y de mayor o menor edad, y a todos se les ve muy contentos aquí. Aunque cada una de sus historias son durísimas… la gran mayoría son abandonados por sus familias por ser así, por tener una discapacidad que les hace algo diferente del resto. Y es que aquí se sigue pensando como hace dos mil años, que son personas maldecidas por el diablo, así que se deshacen de ellos. Eso, o piensan que no tienen dinero para cuidar a sus hijos “normales”, como para pagar los tratamientos de uno que no es tan normal… Duele oírlo y mucho más duele verlo, pero esta realidad es así y solo se pueden buscar soluciones y echar una mano. Así que salimos de allí encantadas y con muchas ganas de ayudar, de aprender de ellos y de vivir una experiencia que nos haga abrir un poco más los ojos en todos los sentidos.



Por la tarde nos ponemos bien abrigadas porque nos vamos a El Alto, a más de 4.500 metros de altura, para conocer el Hogar de niños abandonados. El camino de La Paz hasta allí es largo y difícil, como ya dijimos, así que con calma nos dirigimos hacia allá con Chema y Sevi como nuestros profesionales conductores. Primero, fuimos a la Iglesia de , también de los Pasionistas y donde viven los padres Rodrigo y Max. Son de esas personas que, con mirarles a la cara, sabes que se comen el mundo de lo buenas que son… Nos enseñan su parroquia, su comedor social donde dan de comer todos los días a niños y adultos, y desde aquí nos vamos al Hogar, que está muy cerca.




Nos abren la puerta dos hermanas pasionistas encantadoras, una de ellas española, emocionada de ver tanta chica de su país en su casa. El Hogar es una casa bastante grande y muy bien cuidada, se nota que todo lo que tocan las monjas está precioso… Todas las paredes están llenas de carteles con palabras e imágenes de los niños que han pasado por allí. Se te encoge el corazón. Nos enseñan las salas para jugar, para vestir a los niños y el comedor, y por fin nos llevan a las habitaciones donde los peques ya están durmiendo. Hay bebés desde 6 meses hasta niños de 6 años, y son tremendamente bonitos. No puedes imaginar como unos padres pueden abandonar a unas criaturas tan inocentes y pequeñas en la calle… es impactante, pero como ellas nos dicen, cada familia tiene que sobrevivir como pueda y si necesitan echar a uno, siempre se va el más pequeño de todos… Nos acercamos a uno de ellos que se ha despertado, y nada más vernos se lanza a nuestros brazos y nos da un beso de esos que te dejan embobado. Es irónico ver como niños que han vivido toda su vida un absoluto desprecio pueden demostrar tanto cariño, y otros niños que lo tienen todo y a una familia que les quiere, jamás te dan ni un simple abrazo. Nos hace qué pensar… Las hermanas nos explican todo lo que haríamos en el Hogar, y nos despedimos de ellas deseando llegar pronto a ayudarlas, porque hacen una labor alucinante. Les cuidan, les miman, les dan una casa calentita y bien bonita. Y más importante, hacen lo posible para encontrar familias que les adopten. Nos cuentan que cada vez es más difícil… todo son trabas y trabas, a pesar de toda la gente que quiere adoptar, pero ellas jamás dejan de luchar por conseguirlo. Son gente grande.




Ha sido un día de conocer lugares nuevos, de pensar en lo que va a ser nuestro trabajo aquí y en las ganas que queremos dejar en todo lo que hagamos. Y nos vamos a la cama pensando en una frase preciosa que nos ha dicho una hermana del Hogar: “Dejar de vivir un verano allí es salir de aquí con las manos llenas”. Que así sea…

4 comentarios:

  1. Vaya pedazo de periodista que es la Patry, contándonos cada detalle con ese color que siempre ella le da.
    ¡Qué alegría sentíos tan entusiasmadas en la realidad! Dejaos tocar, afectar por todo lo que téneis la suerte de vivir.
    Me encanta ver a mis hermanos pasionistas codo a codo con vosotras.
    ¡jayaya!

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  2. Que maravilla saber de vosotras! De verdad que ilusión vivir desde el otro lado vuestras experiencias, muchas gracias por compartir todo, me tenéis enganchada a nuevas noticias, dar todo lo que podáis ya veréis sin daros cuenta lo mucho que recibiréis. De momento recibid un fuerte beso de mi parte

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  3. Hola Chicas, genial la idea del blog, me parece que así estaís más cerca. Me he leído cada palabra y cada coma con el mismo entusiamo con el que lo describís. Se os ve muy bien y felices y eso me deja a mi en el mismo estado. Es de un valor y una generosidad incalculable lo que estaís haciendo pero seguramente os gratificará más a vosotras. La pancarta que os llevaron al aeropuerto define exactamente lo que sentimos desde este lado del oceáno. Cada día estamos con todos vosotros. Desde aquí toda mi fuerza y mi cariño para todos los que estaís ahí. Os quiero muchisimo a todas y una entre vosotras sabe cuanto especialmente. Muchos besos y adelante.
    Pilar G.

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  4. Estoy aqui pendiente de lo q vivis alli..Es lo q tiene la familia..Q necesita compartir..Gracias por el esfuerzo d escribir cada dia..Es un regalo para los sentidos..Q Dios os bendiga..

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