DÍA 9: Nuevas metas, nuevas tareas

Ya estamos a jueves 12 de Julio, y aquí en La Paz todo sigue como siempre. Las carreteras continúan siendo una locura, la gente muy amable y dispuesta y nuestros trabajos siguen siendo en el mismo sitio. Eso sí, han llegado cambios en nuestra organización o en las tareas que realizamos en cada centro, y nos gusta… la novedad siempre llama la atención, ¿no?

En el Hogar, las chicas han cambiado su lugar de trabajo. Las que estaban estos días en las aulas, ahora están en la guardería (en la propia casa), y las que cuidaban a los pequeños ahora están en las clases con las profes. La experiencia les ha gustado, porque conoces nuevas realidades, vives otras situaciones que siempre ayudan y haces cosas diferentes de las que habías hecho hasta ahora. Así que un placer… aunque a todas les sigue impresionando detalles como que muchos de los niños quieran que les asomes a la ventana para poder ver la calle... Ellos apenas salen de ahí. Antes de llegar a casa, han ido a por algunas cosillas para celebrar mañana viernes los cumpleaños de los peques y el de una de nosotras… ¡Mayte! Que cumple 26 añitos rodeadas de todos y de los niños del Hogar a los que tanto cariño ha cogido ya. Mañana os contaremos cómo fue la fiesta, que tiene a todos locos de ganas…

En el IDAI, por otro lado, las cosas han seguido su curso, pero con nuevas tareas que realizar. ¡Qué bien te sientes siendo útil! La hermana Inés se encarga de la catequesis de los internos, ya que la gran mayoría quieren hacer la comunión o bautizarse, según les toque. Así que desde ayer, miércoles, hemos empezado a ayudarla en ese aspecto, acompañándola con los chicos y chicas, viendo sus aptitudes ante la religión y qué es lo que conocen. Siendo sinceras, muchos de ellos apenas hablan o emiten algún sonido nada más, así que es difícil comunicarse, pero con imágenes y demás formas, podemos ver las ganas que tienen de acercarse a Dios. Es impresionante… aquí llama mucho la atención la fe tan grande que tiene la gente, y más aún estas personas que tanto le necesitan. Nuestra idea es que Chema celebre uno de los dos sacramentos con varios de ellos antes de irnos, para poder verles nosotras (¡que nos hace mucha ilusión!) así que ya os contaremos lo que va pasando. Por lo demás, los peques siguen siendo adorables… enfermos, con discapacidades, da igual… pero adorables.

Cuando llegamos todas a casa, estamos muertas… cada día se nota más el cansancio y, después de la oración y la cena, nos juntamos un ratito a compartir juntas con Chema, Pedro y el Padre Víctor el ansiado tiempo de salón, pero poco duramos. Por eso, cuesta cada vez más ponerse a escribir aquí, pero lo seguiremos haciendo siempre que sea posible. Y ahora que lo comentamos… ¿conocéis al Padre Víctor? Supongo que en España muy poquitos le conocen personalmente, porque apenas va por allí, aunque es de Aranda de Duero. Tiene 91 años y nos tiene a todas completamente prendadas… Este padre tan adorable y bueno nos cuenta mil y una aventuras que ha vivido aquí en Bolivia, donde lleva viviendo desde hace muchísimos años y donde ha conseguido muchas metas para los paceños. Además, siempre está pendiente de nosotras: de quién falta en la mesa a comer, de enseñarnos sus fotos más preciadas, o de preguntarnos cómo ha ido el día simplemente. En las fotos no se aprecia su bondad, pero os aseguramos que cada vez que habla estamos todas embobadas escuchando a ver qué nos cuenta esta vez. Éste sí que es un misionero de los de verdad… Toda la vida entregado a un país que no es el suyo, dando todo por los que aquí viven y le necesitan, y siempre con ese carisma pasionista del que se siente tan orgulloso. Qué pena nos va a dar dejarle aquí… no hay manera de convencerle para venir a España. Él solo dice que ya se verá, y que “eso es aparte…”. Qué grande eres, Padre.

El día toca a su fin y nos vamos a descansar después de un día duro. Ya llevamos aquí una semana y la sensación es rara… Queremos vivir mil cosas más, pero parece que llevemos aquí un mes. Eso es que nos cuidan bien, así que adelante con lo que nos queda. Por último, agradeceros vuestros comentarios en el blog, no os imagináis la ilusión que nos hace leerlos y ver que nos seguís. ¡¡Gracias!!

Un beso “muy lindo” desde Bolivia…