DÍA 11: Un fin de semana de trabajo y descanso

Llegó el sábado, exactamente día 14 de Julio, y aprovechamos la jornada para echar la última mano de la semana en los centros donde trabajamos, y para conocer varias personas y familias de la pastoral de nuestra parroquia aquí en La Paz. Ya se nota el cansancio de todos estos días, pero por supuesto nada puede con las ganas que tenemos de hacer y dar, así que todo lo que nos propongan, bienvenido es.

Durante la mañana, cada una de nosotras nos dirigimos al IDAI o al Hogar para ayudar en todo lo posible, ya que durante la semana hay más manos voluntarias pero los fines de semana siempre escasean... Además, en el Hogar es el día de duchas, y las chicas querían subir para agilizar ese rato a las hermanas. Así que todas en marcha, nos acercamos a cada lugar para pasar la mañana con ellos, entretenerles con canciones y dibujos, limpiarles y asearles, o lo que hiciera falta. La verdad que, cuando nos dijeron que sí seríamos necesarias, no lo dudamos ni un segundo... Estamos a lo que estamos, y todo lo que podamos hacer durante este mes, bien hecho estará.



 

Hoy comimos todas en casa, juntos desde hace días, y pudimos descansar un poquito después de una semana llena de ajetreo, mucho trabajo y mucho madrugar. Era una tarde para compartir entre todas, y a última hora de la tarde nos dijeron si queríamos compartir también con la gente de la parroquia. ¡Por supuesto! Fuimos a una de las salas y allí estaba una parte importante de esta pastoral, unas personas muy agradables que nos querían conocer. Allí nos presentamos, les contamos por qué habíamos venido hasta aquí, y ellos no hacían más que sonreir y aplaudir. No se por qué... A todas nos llama la atención que nos alaben tanto aquí todo el que nos conoce. No estamos haciendo nada del otro mundo, aunque parece que a la gente en Bolivia le parece algo de mucho valor. Pero bueno, se lo agradecimos mucho y también el piscolabis (ellos dijeron otro nombre peculiar, pero no me acuerdo) que nos prepararon después de la reunión. Qué soles... Da gusto que la gente de aquí nos muestre tanto cariño sin apenas conocernos, y nos da un poquito más de vida y de ganas de seguir haciendo lo que hacemos.

Antes de acabar, pedir perdón por tardar tanto en escribir muchos días, pero el cansancio a veces puede con nosotras y apenas tenemos tiempo libre. Pero gracias por interesaros por nosotras! Un besito a todos.