jueves, 12 de julio de 2012

DÍA 7: Todo empieza a cambiar de color...

Ya estamos a martes 10 de Julio, nuestro séptimo día en Bolivia, y nuestro segundo día cooperando en las tareas del Hogar y del IDAI. Y la verdad que todo parece verse con otros ojos... Ayer fue el primer día, y siempre parece que la primera impresión de un sitio nunca acaba siendo la correcta y, en estos sitios, incluso asusta. Pero a partir de hoy lo veíamos con otro color. Todas hemos vuelto contentísimas, contándonos cada cosa que nos pasa (quién nos conozca de verdad, podrá intuir las horas y horas que nos tiramos charlando sobre todo lo que hacemos cada una, no paramos...) y con ganas de que llegue el día de mañana. Esto no quiere decir que ayer estuviéramos tristes, pero es nuestra primera experiencia con un voluntariado en un país que tiene muchos menos recursos que el nuestro, y ya os dijimos que choca... Pero hoy, desde luego, parece que todo ha cambiado.
Las chicas del IDAI hemos estado amoldándonos más a cada necesidad que tiene el pabellón Esperanza, donde más trabajamos. Desde luego, lo que más necesitan los pequeños es que estés con ellos, y aunque parece que no haces nada provechoso, a ellos les chifla. Andan por toda la sala, se divierten, intentan cantar con nosotras,... cosas que, si no hay voluntarios, las "mamitas" (o cuidadoras) no tienen tiempo de hacer. Por eso, la mayoría de su día lo pasan presos a las sillas de ruedas. Quiero creer que para ellos es un respiro que vayamos y les dejemos ser verdaderamente niños por unas horas.
Y por esos ratos de estar con ellos, hoy nos hemos quedado con la boca abierta desde primera hora de la mañana, porque dos de los niños que el primer día ni movimos de la silla de rueda porque nos dijeron que no andaban, les hemos sacado de allí y.. ¡sorpresa! Pues sí que andan, y bastante bien además. Solo es el segundo día y ya estos detalles te hacen sonréir con más fuerza y pensar que no está todo tan mal, solamente hay que saber sacarle jugo a cada momento. Ese rato nos ha dado la vida...
Además, hoy nos hemos organizado mejor en las terapias multisensoriales que hacemos con las mamitas. Lo que hacemos es ir cada una de nosotras con una de ellas y con un interno del centro, ya sea pequeño o adulto. Vamos a unas salas que tienen para practicar motricidad, colores, sonidos, etc... y así los niños pueden ir mejorando poco a poco. La mamita que va contigo te enseña cómo se hace y resulta reconfortante ver como el paciente que está contigo hace algo, se mueve, le gusta,.. es muy bonito. Así que, en resumidas cuentas, el segundo día ha dado para mucho y, sobre todo, para esperar bastante más.


Las chicas del Hogar también han venido muy felices. Y es que, aunque oyen historias terribles sobre cada niño que allí vive abandonado por sus padres, las sonrisas y caricias de cada uno de ellos les llena plenamente, y se las notaba solo con mirarlas a la cara.
Elena y Marta, las dos que están en el Centro Infantil en dos aulas, hoy han decidido juntarse para entretener juntas a los peques que allí van a pasar el día y a aprender. Con guitarra en mano (en mano de Martita, claro) han ido por las clases cantando y bailando sin parar, y los niños no han parado de moverse ni un segundo. Se han organizado para hacerlo por la mañana y por la tarde, y todos los pequeños salían encantados, y ellas aún más. Además, nos contaban aquí en casa que les había hecho muchísima ilusión que, siendo solo el segundo día, ya todos los niños se acordaban de sus nombres y de sus caras. Vamos, que más contentas no han podido venir...
Mayte y Maripatri, las otras dos que estaban arriba en la casa con los más pequeños, también nos han contado mil historias de cada niño. Vienen enamoradas de cada uno de ellos... y es que están continuamente en sus brazos, ya que les dan el desayuno, les duchan, les dan el almuerzo, les vuelven a limpiar, les ponen el pijama, la cenita... Eso es algo que nos han comentado, y es que gracias a Dios, a esos niños no les falta la comida ni un solo día. Las hermanas saben organizarse perfectamente para que todos tengan su plato de comida y su merienda en cada jornada, y se lo comen sin decir ni una palabra... Así da gusto.
Además de sus vivencias, nos venían contando lo bien que cocinas las monjas! Porque las cuatro comen con ellas, y como una es española, preparan unas comidas riquísimas y con nuestro toque. Las cuidan muchísimo y eso es de agradecer, porque te ayuda a echarlas más manos aún si es necesario. En fin, las "tías", como así las llaman los niños allí, venían felices y llenas de ganas de más.




Ahora los días pasan volando y no nos damos ni cuenta... terminamos nuestras tardes con una oración que nos hace compartir, expresar, y contagiar a los demás con lo que llevamos dentro. Qué agusto nos quedamos... Él siempre está pendiente de nosotras, y se nota. Además, no os contamos que el lunes llegó la hermana Inés desde Colombia, y nos encanta escucharla. No sé, nos expresa muchas palabras que nos reconfortan y nos dan más fuerza. ¡Gracias por venir!
Nos vamos a dormir con mucho sueño pero con una sonrisa de esas que ocupan toda la cara, de las grandes que te hacen estar más calentita en la cama. ¡Hasta mañana a todos!

Por cierto, en la parroquia mientras tanto, Chema sigue atareadisimo con sus "trabajos" de sacerdote y de misionero también, pero ayer escuchó una música y se asomó a la calle de la parroquia... ¡folcklore boliviano en todo su esplendor! Preciosa la foto y con nuestra parroquia de fondo.... Muak!


2 comentarios:

  1. Hoy la Palabra dice:"Dad gratis lo q recibistéis gratis.."Gracias por vuestra entrega..A ratitos me llega a la entraña..Mil besos

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  2. Hola preciosas!!, soy Patricia una amiga de la Madre de mi tocaya (la llamais MariPatri?); os voy leyendo, siguiendo sus recomendaciones, y no puedo evitar que se me pongan los pelos punta, cuanto bien estais haciendo y que satisfacción aportar felicidad a esos niños que lo merecen tanto.
    SOlo quiero que sepais que, aunque desde la distancia, estamos con vosotras, os enviamos todas nuestras fuerzas y, sobre todo, de mi parte GRACIAS GRACIAS GRACIAS por tantas cosas que estais haciendo, sois un ejempplo a seguir.
    Os mando un abrazo bien fuerte y os seguiré leyendo. Patricia

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